La propuesta de reforma para esta cocina de una casa en Ciudad López Mateos, consistió por un lado, en retirar el falso plafón para recuperar y mostrar las bovedillas hechas con ladrillos, decapar la madera de las puertas y ventanas originales; y por el otro, en emplear materiales sencillos y duraderos con un toque de color. El terrazo azul en el piso, ayuda a vincular el blanco liso del laminado de los gabinetes y alacenas, así como el blanco del estuco de los muros, los cuales son interrumpidos por la barra de mármol gris. Destaca el acero en algunos elementos. Esta peculiar cocina, al estar en una casa de inicios del siglo XX, mantiene una configuración de cocina cerrada, condición que el cliente quiso preservar ya que le recordaba las tardes de cocina con su abuela mientras los comensales esperaban expectantes a los deliciosos platillos. Pero que, si se desea, se puede abrir gracias a las puertas corredizas de madera que la ligan con el gran comedor.